Este 30 de julio se cumplen cuatro años del sismo de magnitud 6.1
que remeció Sullana a las 12:10 del mediodía, en 2021. Fue un evento que
dejó huella: varias casas rajadas, familias durmiendo en la calle, y una
pregunta que aún no se apaga del todo: ¿podría repetirse?
En las últimas semanas, nuevos sismos —de magnitud igual o mayor a 4.0— han
vuelto a tener como epicentro el área del Bajo Chira. ¿Qué
significa eso? ¿Se está activando alguna falla? ¿Está Sullana encima de un foco
sísmico nuevo? A continuación, presentamos un resumen técnico, claro y al
grano, con base en documentos del IGP, datos del Ingemmet y lecturas de fuentes geológicas internacionales.
¿Dónde están ocurriendo los sismos?
Los eventos recientes se ubican en una franja de unos 25 km entre Ignacio
Escudero y Miguel Checa, en lo que podríamos llamar el frente
costero occidental del valle del Chira. Técnicamente, los epicentros se
localizan dentro del borde noreste de la placa de Nazca, cerca del punto
donde esta desciende bajo la placa Sudamericana.
Este patrón no es nuevo. El sismo del 30 de julio de 2021 y el del 5 de octubre de 2022 (también M6.1) ocurrieron en esa misma zona, y fueron analizados por el IGP en un informe técnico publicado en 2022. ¿La conclusión? Ambos eventos responden a la subducción de la placa oceánica, no a una falla superficial o cortical.
¿Qué significa "subducción"?
Es el proceso mediante el cual la placa tectónica de Nazca se desliza por
debajo de Sudamérica, generando fricción, acumulación de energía y,
finalmente, liberación en forma de sismos. Ocurre a grandes profundidades y es
la principal causa de la sismicidad en toda la costa peruana.
Este mecanismo, aunque constante, no siempre libera energía de forma uniforme. A veces, ciertos sectores se "traban" y acumulan más tensión. Cuando esta se suelta, ocurre un sismo.
¿Se está acumulando energía en el subsuelo del Bajo Chira?
Los sismos recientes parecen no estar liberando mucha energía acumulada,
sino más bien indicando un proceso de acumulación y compactación progresiva. Es
decir, en lugar de un gran sismo que libere todo de golpe, estaríamos viendo
eventos menores que reflejan un área que aún no ha cedido completamente.
Esto se deduce del patrón de magnitudes: todos los sismos de 2024 y 2025 en
esa zona están entre 4.0 y 4.6, y sus hipocentros están entre 30 y 50 km de
profundidad. Esa profundidad coincide con el plano de subducción. Revisa esta
tabla basada en datos del IGP:
Fecha |
Magnitud |
Distancia estimada al oeste de Sullana |
Profundidad |
30 jul 2021 |
6.1 |
~12 km |
~36 km |
05 oct 2022 |
6.1 |
~17 km |
~25–33 km |
01 ene 2025 |
4.0 |
~19 km |
~32 km |
15 may 2025 |
4.0 |
~16 km |
~24 km |
02 jul 2025 |
4.1 |
~15 km |
~27 km |
20 jul 2025 |
4.1 |
~13 km |
~37 km |
¿Qué barrios de Sullana Metropolitana son más vulnerables?
Hasta el momento no hay un documento público específico que detalle la
vulnerabilidad sísmica barrio por barrio en Sullana, aunque el Plan de
Desarrollo Urbano de la provincia y algunos estudios de la Dirección de Gestión
del Riesgo de Desastres podrían darnos pistas indirectas.
Lo que sí sabemos es que zonas con suelos blandos, rellenos artificiales o
alta densidad poblacional sin estructuras antisísmicas adecuadas, como Nueva
Sullana, Nueve de Octubre, El Obrero, Bellavista y
algunas partes de Santa Rosa, podrían ser más sensibles al impacto de un
sismo fuerte.
¿Y la falla de Huaypirá?
Algunos especialistas han sugerido que la falla de Huaypirá, ubicada en el
borde oriental de Sullana hacia Amotape, podría estar activa. Sin embargo, los
estudios del IGP para los eventos de 2021 y 2022 no relacionan esos sismos con
fallas locales superficiales, sino exclusivamente con el proceso de subducción.
De momento, no hay evidencia técnica que vincule los recientes sismos con la
falla de Huaypirá.
¿Entonces, qué podemos esperar?
La ciencia no permite predecir el día ni la hora de un sismo, pero sí
entender patrones. Hoy sabemos que:
- La zona al oeste
de Sullana está activa tectónicamente.
- Los sismos
recientes se deben a un proceso natural de subducción.
- La acumulación
de energía en esa zona aún no se ha disipado por completo.
Eso no significa que viene un terremoto mañana, pero sí que debemos
seguir atentos. Vivir en zona sísmica exige prevención, no pánico. Un sismo de
6 grados no mata; lo que mata es vivir en casas que no están preparadas.
¿Qué hacer?
- Revisa tu
vivienda: si no tiene vigas o columnas adecuadas, consulta a un ingeniero.
- Participa en los
simulacros nacionales.
- Exige a tu
municipalidad que actualice el mapa de riesgo sísmico de la ciudad.
- Sigue canales
confiables como el IGP y @nelsonsullana para información técnica y
clara.
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