El periodista piurano Gerardo Cabrera Campos (en la foto al inicio de este párrafo) acaba de publicar La ruta de los cautivos, una investigación documentada e ilustrada que saca a la luz datos inéditos sobre el misterioso origen de una de las festividades religiosas más multitudinarias del Perú: la del Señor Cautivo de Ayabaca.
La obra, fruto de
varios años de trabajo, recurre a archivos históricos de Piura, Trujillo,
Lima y España para reconstruir cómo, en el siglo XVIII, surgió la
devoción hacia esta imagen que cada octubre convoca a miles de peregrinos
desde distintos puntos del país y del sur de Ecuador. Cabrera no solo presenta
hallazgos documentales, sino que también narra su propia experiencia
peregrinando a Ayabaca, describiendo los sacrificios y alegrías de los
devotos.
El prólogo está a cargo de la historiadora Ruth Rosas Navarro, de la Universidad de Piura, quien destaca que este libro “completa parte de la historia religiosa de Piura y el Perú”. En la contraportada (en una de las fotos al inicio de este párrafo), la periodista y documentalista Sonaly Tuesta subraya que se trata de “un valioso aporte a la memoria colectiva y una prueba de la necesidad urgente de investigar y narrar nuestro patrimonio inmaterial”.
Actualmente, La
ruta de los cautivos puede encontrarse en Librería de Lima (Jr.
Cailloma 843, Centro Histórico) y en Casa Tomada (Av. Petit Thouars
3506, San Isidro). Pronto llegará a más librerías de Lima, Piura y Ayabaca,
además de Madrid, España. Desde la próxima semana también estará disponible
para compra virtual. Mientras tanto, el propio autor reparte ejemplares en
bicicleta en la ciudad de Lima.
Algunas vistas del peregrinaje al Santuario del Señor Cautivo de Ayabaca. (Fotos Cortesía Gerardo Cabrera)
Ayabaca, corazón de
la fe y la peregrinación
Ayabaca es la
capital de la provincia homónima en la sierra de Piura, a 2 715 metros sobre el
nivel del mar. Está rodeada por paisajes andinos y bosques de neblina que
marcan la ruta de miles de peregrinos que cada año, especialmente en octubre,
llegan para rendir homenaje al Señor Cautivo.
La ciudad se ubica
a 229 kilómetros de Piura —unas seis horas por carretera— y a 1190 kilómetros
de Lima, lo que equivale a un viaje terrestre de aproximadamente 20 horas.
También se puede volar de Lima a Piura durante una hora y 15 minutos, y luego
ir a Ayabaca por carretera.
Su cercanía con la frontera
con Ecuador hace que la fiesta congregue también a devotos de la provincia
de Loja y otras regiones del vecino país.
Más allá de la fe, la festividad del Señor Cautivo dinamiza la economía local, impulsa el comercio, fortalece la identidad cultural y plantea retos de logística, seguridad y atención a visitantes. Conocer su historia, como propone Cabrera en su libro, es también comprender por qué esta tradición ha resistido al tiempo y mantiene viva la unión de comunidades de distintas regiones y países.
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