lunes, 29 de abril de 2019

#NelsonEntrevista César Leigh Barreto

El reto de entrevistar a una persona que conoces es el mismo de entrevistar a una persona con la que te encuentras por primera vez: hallar el tema y la pregunta de arranque con la que conectes al entrevistado o la entrevistada con la audiencia. La entrevista es la herramienta básica de recojo de datos en el periodismo, que consiste en cuestionar a una fuente sobre un tema específico con la finalidad de conseguir información relevante para el público. Aquí radica su diferencia con cualquier otro tipo de conversación: lo que se dice no se queda en un círculo personal o íntimo sino que puede construir corrientes de opinión pública.

Entonces, no se trata de ver por dónde te lleva la conversación, en principio, sino en tener claro un temario y tratar de que esa conversación fluya a través de él. No es fácil, especialmente si tus habilidades sociales no son tu fuerte, pero por algún lado uno tiene que saberse entrenar y me parece que el mejor campo de preparación es saber mantener una conversación basada en preguntas y respuestas, y saber formular preguntas en base a esas respuestas.

La entrevista como formato puro es una oportunidad para que la audiencia pueda perfilar a una persona. Por éso es que algunos entrevistados y algunas entrevistadas se entrenan para reaccionar adecuadamente ante las preguntas del entrevistador o la entrevistadora, especialmente si es alguien demasiado agudo, incisivo, hábil en extraer información que no se la contarías a nadie. Y éso ha dado origen a un nuevo oficio dentro de la comunicación social, el media trainer o instructor para medios, que usualmente suele ser un o una periodista que se la pasa analizando cómo sus colegas cubren diferentes tipos de historia y ponen a su cliente ante varias situaciones-tipo indicándole cómo reaccionar si se le dice ésto o se le pregunta aquéllo. Aunque, como en el caso de César Leigh Barreto (lo pongo con apellidos completos para diferenciarlo de su padre quien, como él, es un conocido líder comunitario en Piura), no hay media training que valga porque suele ser una persona muy espontánea y franca, aunque también alguien con mucho que decir. Por cierto, César es también un gran media trainer.

En algún momento he sido media trainer también, aunque de manera más informal, pero confieso que sí me entusiasma la idea de trabajarlo de modo más metodológico y profesional.

De todos los formatos periodísticos, la entrevista es uno en los que más cómodo me siento, y en el que me siento más honesto con el público porque le doy la oportunidad de analizar lenguaje corporal, inflexiones de voz, manejo del tema, capacidad de concentración, etc. Y no hablo de mí solamente, también de la persona que esté entrevistando. Por supuesto que escribir me encanta también, pero al escribir puedes adoptar alguna careta según el género en el que te muevas. Cuando entrevistas, especialmente para radio o televisión, y más si se trata de radio o televisión en vivo, no necesariamente.

Lo que sí tengo claro es que mi estilo de entrevista consiste en plantear una pregunta directa, quizás con una breve introducción, y dejar que el entrevistado se revele a sí mismo. Claro que trato de mantener el formato de una conversación íntima, como para que suene natural y el entrevistado se suelte con más facilidad -ojo que revelarte ante alguien genera mucha tensión psicológica-, y de ese modo sacar más información.

Por supuesto que toda entrevista no se trata de reunirte con alguien, fijar un tema, y a lo que salga. Antes tienes que haber estudiado a la persona con la que vas a conversar y los temas de los que vas a conversar, de tal forma que las cosas vayan por una sola línea. Y si aparecen nuevas líneas de información en el proceso, saber cómo incorporarlas al producto final. Ya, con el tiempo, es posible que tengas la habilidad de perfilar a tu entrevistado o entrevistada con los primeros quince segundos de respuesta, pero éso requerirá muchísima práctica, especialmente desarrollar tus habilidades de observación. Sí, leer sobre Psicología Conductual ayuda mucho, lo prometo.

En el caso de César, preparar la entrevista no fue fácil en el aspecto de que es una persona harto conocida y tenía que hallarle algún ángulo novedoso (ya sabes, no es el tipo de persona a la que comiences cuestionándole a qué se dedica porque todo el mundo lo sabe), pero tampoco fue difícil porque nos conocemos de hace 30 años. Sin embargo, el reto siempre fue lograr que el producto final ofrezca información relevante no para César o para mí, sino para la audiencia. Y ésto es algo que siempre debes recordar cuando trabajes cualquier material de comunicación: primero está la audiencia, el público, la gente.

A continuación, la entrevista. Luego de verla, te ofrezco algunos consejos prácticos que pueden serte de utilidad.



Y aquí vamos con el segundo clip:



¿Te va gustando? Aquí viene el último clip:



Ahora sí, algunos consejos que pueden serte útiles si decides dedicarte a hacer entrevistas o si sueles entrevistar con frecuencia:

  1. Pregunta directo. No te enredes filosofando tu pregunta; lánzala, pero asegúrate de que esté bien articulada. Ejemplo: ¿Por qué crees que el vecindario no acogió tu idea? ¡Listo!
  2. Privilegia las preguntas abiertas sobre las cerradas. Un defecto en los grandes medios de comunicación es hacer preguntas cuya respuesta termina siendo un "sí" o un "no", y acaban siendo la razón del entrevistador (o del medio) antes que del entrevistado. Se supone que buscamos información, entonces las preguntas ideales para ello son las que comienzan con un "qué", "quién", "cómo", "cuándo", "dónde", "cuánto", y especialmente el "por qué" y "para qué".
  3. Usa las preguntas cerradas cuando necesites fijar un concepto. Si tu entrevista es amplia en tiempo, o si detectas que tu entrevistado divaga demasiado y no llega al punto, una pregunta de "sí" o "no" les ayudará para aterrizar. No abuses de las preguntas cerradas; como dije en el consejo anterior, terminan siendo editorializantes.
  4. Advierte a tu entrevistado sobre el temario y el tiempo. Ésto es básico. Antes de grabar o salir al aire, tienes que preentrevistarlo para ir definiendo qué información te será relevante. Es en ese momento cuando debes advertirle cuáles son los temas que has preferido destacar y cuánto tiempo tienes destinado para ello. No es mala educación decir algo como "hablaremos de ésto, ésto y ésto otro, y necesito respuestas cortas, como de 30 segundos". De ese modo, tanto tú como tu entrevistado podrán fluir mejor, o por lo menos irás con la conciencia tranquila que ya advertiste al entrevistado sobre la necesidad de ser o no ser sintético. ¿Pasarle el cuestionario? Puede ser válido si tu entrevista dura tres minutos o menos, aunque no es lo aconsejable.
  5. Trabaja con un productor. Es lo mejor. Así tú te concentras en el trabajo de entrevistar mientras tu compañero o compañera está vigilando que la luz esté bien, que el sonido salga perfecto, que no vueles del tiempo, que nadie interrumpa, etc. En mi caso, Marco Paulini me ayudó en esa tarea y lo hizo perfectamente.
  6. Maneja la entrevista. Aunque el media trainer le dirá al entrevistado que él lo haga, recuerda que quien pregunta eres tú y tu entrevistado es quien responde. Aprende a conducir a tu entrevistado a través del formato con mucho tacto, mucha educación, especialmente si se trata de alguien proclive a perder los papeles. Por nada del mundo termines convirtiendo la entrevista en una riña, aunque sí es válido que en algunos momentos seas firme o elegantemente irónico en tus preguntas cuando detectas que tu entrevistado está contando algo ilógico o probadamente falso. Tampoco dejes que el entrevistado te entreviste: si respondes, ya perdiste todo el control del formato.
  7. Por lo mismo, jamás faltes el respeto. Trata con mucha cortesía a tu entrevistado o entrevistada, incluso cuando te toque ser firme en algunas preguntas. Si tu entrevistado o entrevistada se exalta, que se exalte; tú no. Si tu entrevistado o entrevistada se vuelve altamente ofensivo contra ti o contra quien sea, despide la entrevista cortésmente y asunto arreglado. Esa actitud hablará mucho más de él o ella que cualquier pregunta previamente ensayada.
  8. Como siempre aconsejo, se tú mismo o misma. Explora tu estilo individual de hacer entrevistas y conviértelo en tu sello. Claro que ver o escuchar a otros buenos entrevistadores o entrevistadoras te puede ayudar como material de estudio, pero procura que cuando te toque el turno de entrevistar, se trate de ti, no una imitación de alguien más.
  9. Relájate y diviértete. Y para ésto necesitarás horas y horas de práctica. Incluso si la entrevista es complicada o delicada, aprende a fluir y éso permitirá que tu entrevistado fluya, incluso si él o ella terminan inculpándose al aire del peor crimen imaginado.


Como siempre, podemos ir conversando a continuación en los comentarios o a mi cuenta de Twitter, donde también puedes preguntarme por mis servicios como media trainer y content trainer.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario