martes, 7 de mayo de 2019

Disparando directamente a tu cerebro y a tu corazón

La primera vez que tuve que dar una conferencia fue el 22 de noviembre de 2012, aquí en la ciudad de Sullana, y por pura casualidad. Los organizadores de un evento provincial me habían pedido recomendaciones para ponentes dentro de un congreso juvenil sobre participación ciudadana, y yo sugerí dos o tres nombres (que sí llegaron a ser incluidos); pero, a Carlos Palacios, el productor del evento, no le convenció la persona que le había indicado para el tema que me había planteado, así que un día, a cuatro semanas del congreso, me llamó y me dijo: "Doctor, hemos decidido que ese tema lo des tú".

Yo me quedé frío. Aunque anteriormente había dado exposiciones o ponencias en eventos de corte más académico o ciudadano muy especializado, lo que Carlos me estaba planteando era hablar ante unos y unas 300 jóvenes y adolescentes. De inmediato entendí que no se podía organizar la típica preparación de un tema y su posterior exposición, toda vez que estaba programado para casi el mediodía.

Para quienes no conocen la ciudad de Sullana, entenderán que al estar en la latitud 4 grados sur, tenemos un clima semitropical, así que lo que nunca escasea en estas tierras es el calor. Y si una sola persona a partir de las once de la mañana ya está comenzando a resoplar, imagínense a 300 al borde de las doce del mediodía. Entonces, tienes que ser un poco empático (ponerte en el lugar del otro o la otra) y preparar lo que vas a decir y hacer de tal forma que primero distraiga a la gente de las condiciones climáticas, segundo que concentre su atención en lo que buscas transmitir, y tercero que les deje algo útil para su existencia. Menudo reto.

Jamás había hablado a 300 personas y desde un escenario; quizás a medio ciento en un taller, lo que es relativamente manejable porque solo das una indicación y la gente hace el resto. Pero aquí es diferente; no puedes ser tan personalizado. Tras pensarlo varios días, llamé a Carlos y le dije que más que una ponencia quería contar una historia. Ambos somos periodistas y lo que mejor sabemos hacer es precisamente éso; pero al productor la idea no lo terminaba de convencer. Le dije que lo dejara en mis manos, que confiara, que haría mi mejor esfuerzo porque salga bien.

Confieso que también sentía temor de fracasar, pero la innovación surge cuando lo establecido sale de su zona cómoda, así que me puse a investigar cuál sería el mejor método para que la ponencia cumpliera con esos tres objetivos. No encontré nada convincente, y estaba comenzando a darle la razón a Carlos hasta que por alguna razón cayó en mi poder el documental "An Inconvenient Truth" (una verdad incómoda, en español), basada en las conferencias sobre los impactos del cambio climático, que ofreció Al Gore, el ex vicepresidente de los Estados Unidos y por la que ganó un Premio Óscar en 2007. Aunque el centro de la exposición era el calentamiento global, lo que Gore hizo fue toda una puesta en escena que combinaba contenidos, diapositivas, animaciones y hasta clips de series populares de televisión. Cada elemento aparecía en un orden lógico, como respondiendo a un guion. Y allí se me encendió el bombillo.

Ese manejo del tiempo (timing) ya lo había visto antes en los monólogos del presentador mexicano Ádal Ramones, así que entré a YouTube y me puse a estudiar sus puestas en escena. Lo comparé con Gore y mis conclusiones fueron las siguientes:

  1. Nunca te salgas del tema central.
  2. Cuida mucho tu lenguaje corporal y la forma cómo articulas tu voz, además de cómo apareces a cuadro.
  3. Usa referencias que sean cotidianas.


A continuación, me senté a escribir mi ensayo sobre el que luego construí un guion. Una cosa es el pensamiento escrito, pero otra cosa es el lenguaje oral. Quienes conocemos la comunicación social lo sabemos de sobra cuando estudiamos Redacción y Lenguaje Audiovisual; pero aquí había otro componente para lo que jamás había recibido entrenamiento alguno: interactuar con una pieza de 45 a 60 minutos y sin tener otro medio de comunicación con el público excepto el aire mismo. Quiero decir, que no estabas en un estudio de televisión, menos en una cabina de radio, y encima tenías que actuar en vivo, cuando sabes que no puedes cortar y retomar: te vas de corrido, y si te equivocas, tienes que improvisar sin salirte de línea. Sí, casi arte dramático.

Las dos semanas previas a la presentación me la pasé ensayando dos horas seguidas todas las mañanas y estudiando el libreto cada que podía. Entiendan, era mi primera vez en público, y especialmente con público adolescente y juvenil, que es uno de los más exigentes. si lo subestimas, fracasas; si les tienes miedo, fracasas. Por un lado tienes que ganarte su respeto para que te respeten, pero por otro, tienes que ganarte su atención; entonces, ponerte a armar un esquema de concepto y ejemplos no iba a funcionar porque es el mismo esquema que siguen en el colegio o la universidad. Por lo tanto, sacarlos de un ambiente en el que están obligados y obligadas a atender para someterles a más de lo mismo no iba a funcionar de ninguna manera. Soy comunicador, así que informo, entretengo y genero opinión. éso traté de imprimirlo al material, por éso creía que lo más honesto era contar una historia, y no cualquier historia, sino algo real, que me había pasado, en la que podía navegar a mis anchas porque la viví, más aún si había permitido que haya preguntas del público.

El 22 en cuestión, me levanté temprano, hice algo de gimnasia para relajarme y me alisté para cuando llegaran a recogerme y asistir a mi llamado. Y aquí vino el siguiente detalle: el vestuario. Necesitaba algo que me conecte con mi audiencia, pero también en lo que me sintiera cómodo; y por ser la primera vez, algo que me permitiera disimular el miedo escénico. Recuerdo que elegí una camiseta gruesa, unos jeans que me diera mucha movilidad en las piernas y unas zapatillas como las que uso para explorar en el campo porque mi historia se trataba de cómo ganamos el Premio Nacional Ciudadanía Ambiental 2011 a la Mejor Campaña de Comunicación poniendo en el mapa a la comunidad piurana de Malingas y sin contar con un enorme presupuesto.



Tanta planificación tuvo un resultado mejor de lo esperado, considerando que mi participación no se produjo minutos antes de mediodía sino casi a la una de la tarde. Logramos ponerlo todo en escena y las preguntas y participaciones de los chicos y las chicas fueron numerosas.



Como resultado, me volvieron a invitar a los dos congresos sucesivos en 2013 y 2014;



Pero Sullana no fue el único sitio donde di conferencias: estrené una en Tumán, Lambayeque, ante estudiantes del colegio Túpac Amaru, a inicios de 2013 (que volví a poner en escena para el colegio Santa Úrsula de Sullana, a fines de 2015 y el Centro Binacional de Capacitación en Mallares, Sullana, a mediados de 2016), y logramos integrar varias ponencias para un taller en la ciudad de Sullana durante el verano de 2013, y no olvidaré mis participaciones en la ciudad de Piura, la primera vez para el Consejo Nacional de Juventudes en 2014 y en 2016 para el Encuentro Nacional Universitario sobre Medio Ambiente. También me invitaron a capacitar a periodistas sobre redacción en Chota, Cajamarca, a mediados de 2016. en ttodos los casos, la metodología que seguí fue exactamente la misma, ¡y funcionó!

Si me preguntas qué te puedo aconsejar si quieres montar tu charla, exposición o conferencia, creo que jamás debes olvidar:

  1. Hablar de lo que sabes, lo que dominas. Aunque la tentación te gane, nunca aceptes hablar de las cosas que ignoras.
  2. Cuida todos los aspectos técnicos de tu presentación, desde lo que se va a ver hasta lo que se va a escuchar, y familiarízate con tu escenario para que sepas cómo reaccionar.
  3. OK. sí. Transmite lo que tienes que decir, pero también rétate a motivar a tu público, despierta sus emociones, rompe su monotonía. Lo que suena diferente y ameno, se aprende mucho mejor.

Si deseas más consejos o deseas que te entrene personalmente para tu próxima presentación en público, me avisas directamente escribiendo a factortierra@gmail.com o a mi cuenta de Twitter. Por supuesto, podemos dialogar usando la función de Comentarios aquí en el blog.

4 comentarios:

  1. ¡Inspirador!
    Gracias por compartir esto, Nelson, es de gran utilidad y ayuda.
    Saludos paisano.

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    1. Gracias, Percy. Qué bueno que esta entrada te sea útil. Te invito a revisar el resto de todo el blog. Saludos, paisano.

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  2. Excelente! Sigue adelante Nelson! Un abrazo!

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    1. ¡Gracias, Franco! Tú has sido uno de los principales impulsores de este proyecto, y de hecho los clips de video en esta entrada fueron postproducidos por ti. Ojalá que haya la oportunidad de trabajar juntos nuevamente porque hacemos un excelente equipo (con premio y todo).

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