miércoles, 22 de enero de 2020

1992 a 1993: Las cadenas peruanas de televisión se reinventan

Las transmisiones vía satélite para las cadenas peruanas de televisión supusieron un mundo de oportunidades en dos frentes: el doméstico y el internacional. En el primer ámbito, implicaba un aumento de la penetración de mercados, que estaba limitada por una red pública de microondas que solo satisfacía a las grandes ciudades, pero que era insuficiente para más poblaciones en crecimiento; lo segundo, porque los ejecutivos entendieron que la gran revolución  de los negocios de radiodifusión iba a ser la televisión de paga (también llamada televisión por cable) y que no solo iba a funcionar en mercado nacional sino que debido a la huella o haz de la señal satelital, iba a cubrir una buena porción del continente.

La primera gran medida de las cadenas, que ya estaban subiendo sus señales al entonces famoso PanAmSat 1 (PAS1), entre 1989 y 1990, fue agregarle la palabra "satélite"
a sus marcas, aunque no me queda claro si para impresionar a los anunciantes (de primera mano, me parece lo más plausible), la audiencia (que seguía recibiendo la señal abierta mediante las antenas en los techos de las casas o las que venían acopladas al televisor) o a ambas; pero entre 1992 a 1994 se produjo una especie de reingeniería impulsada más por el afán de internacionalizar marcas y talentos (de hecho, una de las cadenas comenzó a ponerle "Internacional" como apellido a todos sus programas).

Ahora que estamos en una inflexión en el negocio de la televisión con dos ofertas diversificadas muy interesantes, como la digital terrestre (TDT), que ha comenzado a ser la norma de la señal abierta en toda Latinoamérica (en Perú, el llamado apagón análogo debe producirse en 2021), y la en demanda, que no comenzó con la aparición de YouTube o Netflix necesariamente, sino que fue introduciéndose poco a poco por las cadenas que comenzaron a ofrecer contenido multimedia de limitada duración, mediante sus sitios web a partir de 1998, lo que produjo otra gran competencia sobre si tenías que descargarte RealPlayer, Windows Media Player, Quicktime o los tres, pienso que vale la pena dar una mirada hacia atrás para entender qué prometía ser la televisión peruana y cuánta de esa visión se corresponde con la que ahora ofrece a anunciantes y audiencia.

Aunque la internacionalización de contenidos había comenzado en 1990, posiblemente presionados por la influencia de los conglomerados de comunicaciones en México, Brasil, Venezuela o Argentina, el arranque real se dio en 1992. Para entonces, ya habían marcas peruanas famosas, como NubeLuz, que comenzaban a conquistar mercados internacionales pero no había una marca corporativa de respaldo Garantizando una mayor oferta, como siempre ha sucedido con las entonces Tres Grandes de la televisión estadounidense en inglés (ABC, CBS y NBC, mientras que en español entonces Univisión pesaba más que una naciente Telemundo, o Fox de nuevo en inglés, pero sin mayor influencia), Televisa en México, Venevisión y Radio Caracas Televisión en Venezuela, o Telefé en Argentina; y, por supuesto, la marca de marcas corporativas del subcontinente: Globo, en Brasil, que ya tenía década y media compitiendo con Televisa, especialmente en el mercado de las telenovelas.

En ese contexto la televisión privada peruana estaba haciéndose reingeniería. No así la televisión pública, como sí sucedía en Canadá Chile y europa, donde sus gobiernos las abrieron a competir en mercados privados y fue lo mejor que pudieron hacer, a mi juicio. entonces, los procesos de replanteamiento comenzaron por cambiar la visión de ciudad amurallada a una visión globalizada, las marcas abandonaron el apellido "Satélite" (e incluso otro más específico: "Televisión") para lanzarse a la conquista de esos nuevos horizontes que les hablaba arriba.

A continuación, rescato de la nube, esos intentos peruanos por llevar a nuestra televisión al siguiente nivel, y juzgue su audiencia cuánto ha cambiado  respecto a la visión y misión que ofrecen ahora, casi tres décadas después. El recuento a continuación tiene un orden estrictamente cronológico, por si acaso, y en toda medida díganme en los comentarios cuál les pareció mejor o qué piensan al respecto. Ah, les adelanto que los 1990s fue la era de los gráficos y animaciones en tercera dimensión, y también juzguen ustedes toda la estética visual que se pensó con la finalidad de lograr impacto y audiencia.

ATV (Para ver lo mejor)

Mucha gente piensa que Andina de Televisión, luego recortado a Andina Televisión, o simplemente ATV, nació en 1992. No, no fue así. Andina de Televisión (la empresa matriz se llama Andina de Radiodifusión) como marca nació en 1982, pero su cobertura solo alcanzaba a las ciudades de Lima y Callao, así que por una década, la que acuñó fue, simplemente, Canal 9. Su oferta de programación combinaba lo que tenían todas las cadenas: películas, telenovelas, series, deportes, noticias, y uno que otro especial; pero lo que destacaba en su parrilla era el aporte de varios programas producidos por Univisión (antiguamente HBC), como Sábado Gigante, Fama & Fortuna o el Show de Cristina (que luego pasaron a América, debido a que Televisa compró la mitad de Univisión). El caso es que, tras una larga campaña de intriga que comenzó a inicios de 1991, por fin el 14 de enero de 1992 lanzaron ATV.

Personalmente, la estética de este relanzamiento me encantó porque sonaba a una de las Tres Grandes estadounidenses. Dicho sea de paso que su animación 3D fue muy sofisticada para la época (noten el efecto de difracción en los cristales azules, con aires a Univisión, aunque revisando videos de esta última cadena, la verdad es que ATV buscó identidad propia). Dicho sea de paso, a mí siempre me encantó este logotipo minimalista pero fuerte, dorado, con ese biselado contundente, generando cierto equilibrio de la A y la V que, en realidad, flanqueaban a esa T magnificada pero proporcional. El logo actual tiene cierto airecito al de CNN pero sin el canal central que divide al recorrido de las tres letras y con los bordes redondeados.

La producción musical, incluso ahora, es de peso. Ojo que cuando Telemundo hizo su reingeniería en 2012, apostó y sigue apostando por arreglos musicales en los que el oído aprecie una especie de orquesta. Bueno, ATV lo hizo perfecto 20 años antes y manteniéndose fiel a su himno inicial. Por éso les digo que Andina de Televisión, en realidad, había nacido en 1982. Hoy es una de las marcas más diversificadas de cara a lo que será el apagón análogo con cinco cadenas disponibles.

Frecuencia Latina (Imagen viva de un país vivo)

Hacia la segunda mitad de 1993, un canal limeño estaba expandiéndose nacionalmente con el apellido "Satélite". Era Frecuencia 2, la única marca de la entonces Compañía Latinoamericana de Radiodifusión. El problema de amarrar la marca de tu cadena a un número, en alusión al canal con la que se capta en un mercado es que te prestas a confusión cuando penetras a otro. Así, mientras Lima veía esta señal en canal 2, Piura la comenzaba a ver en canal 11 (en Piura, el canal 2 ya estaba ocupado por América desde 1963). Pregunta: ¿Le damos a la afiliada en Piura el nombre de Frecuencia 11 o mejor hacemos una marca que funcione del mismo modo a nivel nacional como América, Panamericana, Global, e incluso la señal pública que se ha movido entre RTP y TV Perú? Respuesta: Mejor créale una marca que funcione en todos los mercados, incluso el internacional.

Así nació Frecuencia Latina, que mezclaba la marca tradicional y le agregaba la alusión a la entonces empresa matriz (hoy es el Grupo Latina, una alianza de riesgo compartido entre la española Movie Record y la estadounidense Metromedia). También había pasado poco más de una década desde el inicio de sus transmisiones. Aparentemente, la reingeniería se postergó debido al atentado terrorista que había sufrido su centro de operaciones el 5 de junio de 1992, y lo primero que debieron asegurar, como es lógico, es el espacio físico: una antigua casona señorial en Jesús María, Lima, se convirtió en un fuerte blindado de altísimas paredes.

Aunque he leído una reseña que trata de dulcificar la evolución de la identidad de esta cadena, lo cierto es que con cada temporada no solo hubo cambio de eslogan sino de logotipo. De hecho, entre 1993 y 2000 hubo hasta tres cambios, aunque manteniendo el concepto original del ojo, tras lucir su número 2 en doble filete encerrado en un círculo. ¿El problema? Que el ojo de Frecuencia Latina inicialmente se parecía al de la Rede Bandeirantes de Brasil y el siguiente parecía ser una reinterpretación de los ojos de la CBS de los Estados Unidos (a la que se asoció en 1999 para lanzar un programa con los hitos del siglo XX) y Televisa de México (especialmente el círculo que debía semejar el iris). La reforma de 2000, que estilizó el ojo haciéndolo parte de una especie de paralelepípedo vertical con bordes curvos me parecía la mejor elección y debieron mantenerla.

El problema fue el cambio de administración que en 2014 se deshizo de Frecuencia y se concentró en Latina. La explicación que leí me parece muy parecida a la estrategia de renovación de marca aplicada por Telemundo en 2012 (la que, desde su lanzamiento en 1989 hasta la actualidad ha tenido cinco logos aunque los últimos cuatro concentrados en el concepto T); y la justificación de dejar en Latina porque expresaba más la identidad de marca, no sé cuán creíble es, porque hasta ahora hay gente que la tiene posicionada como Frecuencia (el argumento de venta usado por la agencia de marca dice que la idea de Frecuencia es obsoleta... discutible, digo, ¿te sigue sonando Antena 3, por ejemplo?). Yo sospecho mas bien que el criterio es la economía de letras: las seis de Latina contra las diez de Frecuencia que siempre hacían que el primer nombre se resaltara desde la reingeniería de 1993.

Lo que siempre me pareció un acierto fue renombrar a la cadena como Frecuencia Latina, aunque la empresa pasó serio trabajo para deshacerse del número 2, idea que mantuvo por tres años ("Somos dos" y "Somos mucho más que dos"), mas presumo que se debe a que Lima siempre es la tercera parte del mercado peruano; pero, recordemos que ATV dejó ir al Canal 9 sin tanto problema. Aunque siendo justos, ATV no lanzó su cadena a nivel nacional con esa marca a la primera. De hecho, hasta 1995, el norte peruano recibía la programación como Cadena NorPeruana, que no figuraba como afiliada de ATV (a pesar de serlo) sino como otra marca muy distinta (a pesar de la misma oferta de contenidos). En todo caso, una marca que no tuvo problema en deshacerse de un número fue Global Televisión -no considerada en este artículo-, que inicialmente era Canal 13; pero cuando se lanzó a nivel nacional apostó por esa otra que mantiene hasta hoy, a pesar de que ha cambiado de dueños cada cierto tiempo, Antena 3 entre ellos.

Regresando al relanzamiento que decantó en Frecuencia Latina, el concepto de "país vivo" fue realmente ingenioso y que aparentemente buscaba capturar mercado fiel a Panamericana (cuyo eslogan era "Para el Perú entero"), pero con un toque más jovial. Recordemos que la primera mitad de los 1990s más que los 500 años del Encuentro de Dos Mundos, fue la apertura mutua entre Miami y Latinoamérica (éso fue lo que impulsó a Univisión y Telemundo como marcas continentales, para ser bien justos).

Y esa hermosa, porque fue hermosa, combinación de patria y juventud (¿nueva patria?) quedó reflejada en el clip de relanzamiento que, a diferencia de ATV, fue una especie de corto promocional del Perú en textura de cine, muy ágil, con grandes angulares y que terminaba en la presentación del nuevo logotipo con una animación bien simple pero bien chévere (perdonen el adjetivo) con su identidad sonora bien pegajosa que no ha sido retomada sino hasta la campaña de 2019 ("Vive contigo"), y que me pareció debieron seguir explotando. ¿Algo más? Pues, que el jingle fue interpretado por... GianMarco Zignago. Sí, mucho antes de que se convirtiera en uno de los compositores estrella de los Estefan o fuese la imagen de la reciente campaña de CNN en Español contra la discriminación (Proyecto Ser Humano: "Yo no soy diferente").

Sobre la pieza musical de un minuto, excelente letra porque vende perfectamente la visión que se quería adoptar en ese momento (somos como tú, crecemos como tú. Ni siquiera en su nueva identidad como Latina siento que hayan podido superar esa canción que incluso llegó a sonar en la radio (bueno, Radio Hit) y pegaba desde el primer segundo gracias a al juego de percusión, que lleva toda la cadencia de la pieza; tenía fuerza, tenía toda la explosión latina noventera pero con identidad peruana. Para ese momento, mejor, imposible.

Ah, y la pieza promocional para impresos precisamente explotaba esa idea de una diversidad que se siente contenta y cómoda de ser diversa (a pesar que usaron el formato de caricatura), basada en la última toma del clip, un valor que hace algunos años Latina ha comenzado a reexplorar, y que creo debería hacerla más explícita porque éso es el Perú: pluricultural, multidiverso, hermoso... ¿o díganme que esa fotografía del video no es lo máximo?

América (Tú y yo somos América)

Cuando en 1992, Televisa de México anunció que estaba comprando parte de los activos de Compañía Peruana de Radiodifusión, la empresa matriz de América Televisión, fue recibida con indiferencia por el público que estaba aún en choque por la guerra contra el terrorismo que ya había entrado a la ciudad de Lima y el autogolpe del entonces presidente Alberto Fujimori (5 de abril de 1992), y mucha hostilidad por parte de la competencia que le enrostró al gobierno peruano que los medios de comunicación no podían ser propiedad de extranjeros, salvo nacionalizaran sus capitales antes de inyectarlos (como pasó años después con Global Televisión y Antena 3 de Televisión, que tuvo que crear una empresa llamada Antena 3 Perú). Pero retrocedamos dos décadas aún: cuando Televisa nació en 1970 tras la fusión de tres empresas de radiodifusión en México (debido al Mundial de Fútbol de ese año), se lanzó a una nueva aventura impulsada por la familia Azcárraga, aún propietaria de la corporación, que fue la Organización de Televisión Iberoamericana, OTI, de la que América pasó a ser la afiliada en Perú, y éso explicaba por qué gran parte de la programación de esta cadena era mayormente manufacturada en el DF.

El caso es que lo que debía ser un anuncio que levantara los bonos de la marca a mediados de 1992 mas bien generó una controversia, a la que América respondió contratando talento de su competidora clásica de entonces, Panamericana, en un afán de asegurarse niveles de audiencia, lo que inicialmente le dio mucho resultado. Dejaron que el revuelo pasara un poco, pero de pronto tenían encima el relanzamiento de ATV por un lado, y el de Frecuencia Latina por el otro, y entendieron que en ese momento contra quienes tenían que competir directamente eran los segundos. A ello le agregamos el hecho de que debían usar la ventaja competitiva (que ya nos dimos cuenta que no era tan ventaja) de Televisa como respaldo corporativo. Dicho sea de paso, América junto con Panamericana habían luchado por más de treinta años por posicionarse en mercado nacional.

Con todo ésto en la pizarra, la cadena peruana decidió que su campaña, lanzada a mediados de 1993, apostaría a la misma estrategia de su cadena hermana en México, el Canal de las Estrellas (hoy Las Estrellas), que yo llamo "desfile de talentos" sobre fondo negro; pero, a diferencia de la campaña original, musicalizada con un pop cadencioso, también quisieron entrarle al concepto de "explosión latina", y crearon un clip de minuto y medio en el que visualmente veíamos a todas sus estrellas bailando y haciendo fonomímica de la canción interpretada por Jorge Pardo (que luego tuvo el peso de poner su voz a las sintonías de dos telenovelas de Panamericana), que realmente fue la estrella de la estrategia, a mi juicio, ya que el video, fuera de los efectos visuales, no dio más fuego. en todo caso, sí me encantó el logotipo 3D con ese mundo naranja girando y la tipografía blanca clásica que la marca había adoptado desde 1980, y que mantuvo hasta 2000, cuando Televisa abandonó el emprendimiento y se lo pasó a la familia Crousillat, que también debió dejarlo acusada de conexiones con el gobierno de facto de Alberto Fujimori. Cuando el Grupo el Comercio asumió el control mayoritario de la matriz de América, buscó desligarse gráficamente de la atmósfera noventera aunque sí hizo guiños interesantes a los ritmos latinos ("Somos parte de tu vida"). En la actualidad, la cadena es una de las de mayor prestigio y credibilidad en el Perú... ah, y sigue fuertemente ligada a Televisa, aunque ATV parece haberse convertido en su nueva afiliada local.

Una palabra adicional sobre la campaña de 1993: el eslogan que adoptó la cadena era el nombre de su cadena hermana en México, que al parecer fue una exigencia de Televisa, porque en Ecuador, GamaVisión (ahora GamaTV) también tuvo que adoptarlo pero conservando el jingle mexicano.

Panamericana (Siempre juntos, Panamericana y tú).

Si algo pudo preciarse Panamericana Televisión, nombre de la matriz y de la marca comercial, es que toda su vida fue eminentemente peruana, y ése fue el valor que buscaron explotar los hermanos Delgado Párker, los dueños mayoritarios, de cara a su audiencia, aunque igual el gobierno militar de 1969 a 1979 les terminó expropiando el 51% de sus acciones, como también le pasó a América. Cuando la democracia regresó en 1980 y se restituyeron los derechos del accionariado privado, Panamericana no cejó en su concepto de canal peruano (y de hecho buena parte de su programación era nacional) sino que lo reforzó más, acuñando el logotipo de la pantallita de proporción 4:3, en la que se leía PanTel, nombre corto con el que también se conoció al canal.

Con el lanzamiento en 1989 de una cadena panrregional llamada SUR, o Sistema Unido de Retransmisión (obviamente para competir contra la OTI), Panamericana decidió utilizar las elecciones al Congreso Constituyente Democrático de 1992 para lanzar una nueva identidad gráfica que aludía al hecho de transmitir vía satélite (un cono amarillo conteniendo a una esfera plateada y el eslogan "Mucho para ver" sucedido de "Televisión peruana para el mundo"), que tenía como su marca bandera a NubeLuz, como dije al inicio de esta entrada. Pero, el relanzamiento de ATV y Frecuencia Latina y la incursión de Televisa en América hizo que todo el mundo volteara la cara para ver cómo respondía la que, en ese entonces, lideraba el mercado televisivo nacional. Y la respuesta apareció también en 1993.

Panamericana tenía por un lado la explosión latina de Frecuencia, pero con sabor nacional, y por el otro lado tenía el "desfile de talentos" de América. ATV, en ese momento, parecía no ser su motivo de preocupación central (parece que para nadie, y se equivocaron). Entonces lanzó una campaña que, hay que decirlo, combinó lo mejor de sus dos competidoras directas: un clip grabado a lo largo de sitios ("landmarks") representativos del Perú, con la escena de cierre y fin puesta sobre los hombros del fallecido Humberto Martínez Morosini, el entonces presentador principal de su noticiero estelar, con el fondo de Machupicchu, Cusco. El resto fue esa canción con toques andinos y pop (creo que fue creación de Coco Tafur, el mismo compositor de toda la música de NubeLuz)  cantada por sus mejores talentos (entre ellos, Mónica Delta, hoy una de las "anclas" de Latina y RPP Noticias), que, si bien no eran voces privilegiadas, lo que querían era hacernos partícipes de "un sentir que hoy nos une".

Impecable fotografía, producción ambiciosa, porque implicaba moverse por todo el Perú, canción realmente hermosa, que intentó ser emulada algunos años después con Mónica Delta (quien canta lindo en la vida real) supliendo a Martínez Morosini (que había sido contratado por América), pero que no fue superada ni por esa cadena ni por su competencia. Ah, los nostálgicos de NubeLuz hallarán a la "dalina  grande", Almendra Gomelski, casi cerrando el video delante del lago Titicaca, Puno, si no estamos mal; y poco después del inicio, en la misma locación, podrán ver a la "dalina chiquita", la fallecida Mónica Santa María, quien por esa razón ya no figura en la versión de la campaña en 1994.

Los vaivenes políticos comenzaron a mellar a Panamericana con una disputa entre las familias Delgado y Schutz por el control de la cadena, cosa que pasó también con todas sus competidoras sin excepción. Incluso Antena 3 debió abandonar a Global para concentrarse mas bien en el mercado de la televisión de paga produciendo las señales del entonces Cable Mágico (hoy Movistar TV), desde que el Grupo Prisa había adquirido a Telefónica y a la misma Antena 3 (antes propiedad de Banesto). encima, la digitalización de las señales obligó a abandonar al PAS1 como satélite y pasar al PAS3, para terminar en el Intelsat 507.

Casi treinta años después de esa reingeniería en las marcas, ¿cuán fieles o lejanas son las personalidades que adoptaron conforme pasó el tiempo? ¿Mejoraron o no? Compara con la oferta existente y saca tus conclusiones. Coméntame aquí abajo, o a mis cuentas de Facebook o Twitter.

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