#unabuenahistoriaparacompartir La sorpresa está en la bolsa

Todos y todas quienes hemos ido a las fiestas infantiles conocemos qué elementos hay en ellas: torta, regalos, show, música, juegos, piñata. Ahora bien, no sé si en otros países, pero en Perú es costumbre que cuando acaba la fiesta todos los invitados reciben una sorpresa, que suelen ser recipientes donde se colocan dulces, un pedazo de pastel, quizás un juguetito. Por lo menos en lo que yo recuerdo, las cajas de sorpresas, como su nombre lo dice, estaban hechas de cartulina dura. Posteriormente fueron reemplazadas por coloridas bolsas de plástico. Mucho de ese plástico que aún se sigue repartiendo en las fiestas de cumpleaños, no solo infantiles pero de cualquier tipo de celebración, no vuelve a usarse nunca más, y termina hecho basura.


Y aquí viene la buena historia para compartir de hoy. Algunas personas saben que una de las habilidades de mamá es la costura. Debido a un problema en las articulaciones, ella ya no diseña ni cose como antes. Pero cuando agarra la máquina de coser puede hacer cosas hermosas como éstas. Quienes fueron a la fiesta probablemente se habrán quedado intrigados sobre la bolsa de sorpresas que recibieron. 

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