Primero, mira el producto terminado, y a partir de él, te iré contando el detrás-de-cámara:
Lo primero que demanda producir un programa como éste es la investigación de campo, que es el paso previo. Al menos en nuestra metodología de trabajo, no es que vamos al lugar y captamos lo primero que aparezca. Si vas a la aventura y tienes mucho tiempo y presupuesto, quizás pueda funcionar, o si es que sabes qué vas a grabar pero no sabes qué va a suceder, como me ha pasado cuando participé como equipo de producción de largometrajes documentales basados en hechos históricos, donde no puedes prever qué sucederá, puede que funcione. Pero, si estás yendo a grabar historias inactuales, como las de este episodio, tu investigación inicial te dará dos datos clave: qué grabar y cuánto tiempo te demorarás haciéndolo.
En nuestro caso, todo el episodio nos lo grabamos en un lapso de seis horas, incluyendo desplazamientos, sobre la investigación de campo que ya tenía Freddy Juárez, el productor ejecutivo del programa. Lo siguiente que hizo fue conversar conmigo sobre qué historia se tenía que contar, y ahí comenzó mi trabajo: establecer una pauta de grabación o 'escaleta', y a partir de ella, construir un guion, que es la planificación de qué vamos a ver y qué vamos a oír durante la reproducción o representación del producto.
Me encanta escribir guiones. De hecho, suelo practicar en mis ratos libres solo para estar en forma a la hora de plantear uno que sí va a salir al aire. Creo mucho en el poder de la gimnasia no solo a nivel físico sino mental, así que yo recomiendo usar tus ratos libres para entrenarte sobre cómo escribir un guion. Y escribirlo parte de una línea argumental (cuál es mi enfoque), una sinopsis (cuáles son la historia y el conflicto centrales) y un argumento (cómo puedes contarme la historia en la menor cantidad de espacio posible).
el resto es ir planteando escena por escena cómo se debe comportar todo el mundo: el escenario, la luz, el movimiento de la cámara, la coreografía del talento a cuadro, la sonoplastía, incluso las transiciones entre escenas. Salvo que exista un acuerdo demasiado rígido, algo que por consenso muchos autores no recomiendan, cuando construyas un guion trata de ser lo más flexible que te sea posible. Puede que tengas la película completa en tu cabeza, pero -como suele pasarnos- puede que en la realidad no exista todo lo que pensaste, entonces hay que adaptarse a las circunstancias. Ahora, insisto, si tienes todo el dinero y todo el tiempo del mundo para controlar hasta el mínimo detalle, adelante. Sigamos.
En este episodio inicialmente planteé nueve escenas, incluyendo un 'teaser' o 'gancho' inicial, una 'intro' y la historia propiamente dicha contada en los tres actos clásicos: un planteamiento, un enredo y un desenlace. Todo lo audiovisual se plantea así porque de esa forma capturas el interés de tu audiencia. No hay mucho secreto ahí.
Ahora bien, otra ventaja del guion es que te permite conservar un orden lógico. Una cosa viene detrás de la otra, y en muchos casos obedece a la vieja premisa del causa-efecto. Esta técnica es útil especialmente si tienes que escribir obras muy largas, donde perderse es muy sencillo. El orden del guion también permite que, cuando planifiques tu grabación, no lo hagas necesariamente de manera cronológica.
De hecho, si bien el primer episodio de #EstoEsTambogrande fue grabado en el mismo orden como fue editado, y aquí te lo recuerdo por si no lo hayas visto, el segundo episodio no siguió esa secuencia en campo. en efecto, la entrevista que aparece antes de la escena de despedida fue lo primero que grabamos al llegar a la locación (Miraflores Alto), y solo el desayuno, la secuencia con la señora que fabrica el queso y el señor que movía el guano sí siguieron el orden cronológico. Perdón, lo olvido casi, mucho antes que todas esas tomas, lo primero que se grabó fue la explicación de Gerardo Arellano, que en la edición aparece desde la mitad. Mis presentaciones a cámara sirviendo como elemento de transición las grabamos todas en el mismo lugar pero variando el tiro, y la escena de despedida sí fue realmente grabada al final de todo.
¿Cómo fue que se ordenó todo? Ahí entran las manos y la paciencia benditas de Freysi Bereche, quien, además de ser el videógrafo (y el autor de las fotografías que ves en esta entrada), fue el editor. Sentado con Freddy, se tomaron el trabajo de ubicar cada 'clip' de video, ponerlo en el programa de montaje, agregar música, títulos y efectos, homologar ('renderizar') los archivos y subirlo a YouTube, que es la plataforma que utilizamos para distribuir el producto al mundo. Bueno, y el resto lo haces tú que lo reproduces. Aquí está de nuevo el producto terminado.
Si quieres capacitarte sobre cómo hacer tus propias producciones, puedes dejarme tus inquietudes en los comentarios aquí abajo o a mi cuenta de Twitter. Si deseas una capacitación más intensiva, me puedes escribir a factortierra@gmail.com. Mira más fotos fijas de este episodio y coméntalas aquí.
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