✍️ Por Nelson
Peñaherrera Castillo
Una madre gestante del caserío Sahumerio, en la sierra de Ayabaca, sobrevivió a una emergencia obstétrica grave gracias a la intervención oportuna de un equipo del centro de salud local. El desenlace fue feliz, pero el camino hasta allí expone con claridad varias fisuras en el sistema de salud rural del norte peruano.
La emergencia que no debió ocurrir
El caso fue
confirmado por la Dirección Subregional de Salud Luciano Castillo Colonna. Se
trata de una mujer de 29 años, del caserío Sahumerio, quien dio a luz en su
domicilio con ayuda de una partera. Tras el alumbramiento, sufrió una retención
placentaria, una complicación mortal si no se atiende a tiempo.
Afortunadamente, la madre llevaba controles prenatales en el centro de salud Ayabaca
I-4, lo que permitió su oportuna atención.
Una brigada
integrada por el médico Antonio Zapata Ojeda, la obstetra Yuleisy Atoche
Guevara y el chofer Agustín Castillo García logró llegar hasta la paciente
luego de caminar una hora y viajar dos en ambulancia. La intervención impidió
una tragedia.
“La paciente ya
había estado hospitalizada por una infección urinaria. Ella nos dijo que no
sintió contracciones fuertes, por eso no acudió al centro de salud.
Afortunadamente, tanto ella como su bebé están estables”, declaró la médica
jefe de la microrred Ayabaca, Esther Rivera Alvarado.
¿Por qué una madre con controles terminó dando a luz en casa?
El embarazo de esta
madre ya era considerado de alto riesgo obstétrico únicamente por su
inaccesibilidad geográfica, según un especialista en salud sexual y
reproductiva que revisó este caso. Esa característica debería haberla
incorporado de inmediato al radar obstétrico.
El radar
obstétrico es una herramienta de monitoreo activa: cuando una gestante
muestra factores de riesgo (edad, enfermedades, lugares de difícil acceso,
antecedentes), se la “radariza” para que el personal la vigile de cerca, y sepa
desde el inicio de la labor de parto. Esa vigilancia continua ayuda a anticipar
emergencias, programar partos institucionales y coordinar traslados oportunos.
El especialista
plantea una hipótesis dura: “No la tenían en radar. Eso explica por qué se
produjo la emergencia. O sea, ¿de qué sirvió tanto control prenatal cuya
finalidad es precisamente educar y prever estas emergencias para asegurar un
embarazo y parto sin riesgo?”
La sierra alta de Piura: cuando la geografía decide
Ayabaca, capital
distrital y provincial, se ubica a 2715 metros de altitud,
sobre la ladera oriental del cerro Calvario. Desde ahí, el equipo del centro de
salud debió recorrer la carretera hacia Socchabamba, pasando por los cerros
Yantuma y Chacas, zona remota y accidentada, tanto que caminaron una hora antes
de abordar la ambulancia.
El caserío Sahumerio
estaría en Yanchalá o cerca de Socchabamba, pero ni la autoridad sanitaria pudo
precisar su ubicación exacta. En ese tipo de relieve, las distancias y
condiciones del camino no son accidentales: pueden ser letales.
Emergencias y datos
duros
- En 2025, el centro de salud Ayabaca I-4 ha atendido 70
partos institucionales (12 en junio) y 20 emergencias obstétricas hasta
julio.
- Las complicaciones más comunes en Piura incluyen
hemorragia postparto, preeclampsia/eclampsia, sepsis obstétrica y embarazo
ectópico.
- Este caso es un ejemplo típico de retención
placentaria, que requiere intervención inmediata para evitar hemorragias
letales.
El silencio también
es un dato
Hasta mayo de 2025,
la DIRESA Piura reportó tres muertes maternas.
- En la Sala
Situacional de DIRESA Piura, las últimas actualizaciones disponibles
datan de la Semana Epidemiológica 26 (hasta el 4 de julio) (gob.pe, gob.pe,
gob.pe).
- En la página de la Subregión
Luciano Castillo Colonna, no se ha publicado ningún informe reciente
que aborde mortalidad materna o emergencias obstétricas (gob.pe).
Esta verificación
se realizó hasta la fecha de publicación de este artículo; si los enlaces se
actualizaron después, el análisis refleja lo disponible hasta entonces.
Lo que está en
juego
Este caso muestra
que, aunque hubo intervención, el sistema debe dejar de depender de actos
individuales y comenzar a operar con herramientas como el radar obstétrico,
información pública confiable y monitoreo real. Aquí una madre sobrevivió.
¿Cuántas otras no tendrían esa suerte?
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